La industria minera global, en un punto crítico de su desarrollo, enfrenta el desafío urgente de disminuir su contribución a las emisiones de gases de efecto invernadero, que actualmente representan entre el 4% y el 7% del total mundial. En el contexto del Acuerdo de París y la lucha contra el calentamiento global, se impone la necesidad de adoptar tecnologías limpias y prácticas sostenibles. Ante la previsión de un aumento en la demanda de minerales clave para tecnologías de baja emisión de carbono, como cobre, litio, cobalto y níquel, la minería tiene un rol dual: reducir sus emisiones y proveer los recursos necesarios para la transición energética.
En Chile, líder en la producción de cobre y litio, la minería es un sector tanto económico como ambientalmente crucial. El país impulsa iniciativas como el programa Expande para desarrollar una industria minera más sostenible y competitiva, con miras a alcanzar los USD $4.000 millones en exportaciones de servicios de minería inteligente para 2035. La adopción de la digitalización, automatización y energías renovables está transformando el sector, mejorando la gestión y reduciendo el impacto ambiental.
Una gestión de proyectos efectiva y holística, que integre tecnología, procesos, diseño del lugar de trabajo y cultura organizacional, es vital para la implementación exitosa de estas innovaciones. Las empresas mineras que mejoran sus capacidades en gestión de proyectos pueden lograr ahorros significativos y mejoras en el rendimiento de sus proyectos, traduciéndose en beneficios económicos sustanciales.
Para lograr una minería más sostenible y eficiente, es esencial adoptar un enfoque holístico en la gestión de proyectos. La experiencia global, ejemplificada por empresas como BHP y Vale, ha demostrado que la gestión de proyectos que abarca todos estos aspectos puede aumentar la eficiencia y la rentabilidad. Con objetivos ambiciosos de reducción de emisiones para 2030, estas compañías subrayan la importancia de una estrategia que incorpore tanto la sostenibilidad como la eficiencia operativa. Además, la inversión en habilidades y herramientas de gestión de proyectos es crucial, ya que la inversión adecuada en estos aspectos puede resultar en un retorno de entre un 15% y un 30% del valor del proyecto.
Integrar objetivos de sostenibilidad y reducción de emisiones en la planificación y ejecución de proyectos, incluyendo la adopción de energías renovables y la transición a equipos mineros eléctricos, ha demostrado ser efectivo, como lo ilustran iniciativas de Codelco y Newmont. La mejora continua y la adaptación al cambio son fundamentales para responder a las nuevas tecnologías y tendencias del mercado. La colaboración y las alianzas estratégicas, como se ve en programas como Expande, son claves para impulsar la innovación y el desarrollo tecnológico en la minería chilena.
En resumen, la adopción de técnicas avanzadas de gestión de proyectos en la minería, con un retorno potencial estimado entre el 15% y el 30% del valor del proyecto, se presenta como una estrategia indispensable para el sector. En Chile, un líder en la producción de cobre y litio, la adopción de estas técnicas es crucial tanto para mantener su liderazgo como para afrontar activamente el cambio climático. La minería global puede tomar ejemplo de estos casos de éxito para su propia transformación, enfocándose no solo en la eficiencia y rentabilidad, sino también en la responsabilidad ambiental y social. La implementación de un enfoque holístico en la gestión de proyectos es esencial, combinando rentabilidad con responsabilidad ambiental y social, y estableciendo un camino hacia una minería más sostenible y consciente a nivel mundial. La minería virtuosa, impulsada por la innovación y una gestión eficiente, no es solo un objetivo alcanzable, sino un imperativo para el futuro de la industria y del planeta.
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Revista G&M Gestión Minera N°110