Chile es un país minero por excelencia, con un 12 % del PIB. Ahora, si le sumamos otras actividades económicas relacionadas que se ejecutan en torno a estos proyectos, la participación en el PIB se eleva a un 20%, transformándose de esa manera en uno de nuestros pilares de desarrollo económico, con un rol de liderazgo mundial en producción de cobre, litio, molibdeno y yodo. Esto representa un enorme orgullo, pero al mismo tiempo implica una tremenda responsabilidad.
Debemos enfrentar que las explotaciones serán cada vez más complejas, con minas a mayor profundidad y de menor ley. También se tendrá que afrontar el aumento de los costos de producción, mano de obra e insumos. Además, del cumplimiento de normas medioambientales y vinculación con las comunidades aledañas, generando rentabilidad social.
Para que esta industria sea sustentable y sostenible, es fundamental la incorporación de buenas prácticas de gestión. La aplicación de metodologías y marcos de trabajo ágiles facilitan el desarrollo de innovación y tecnología, orientada a una minería verde y positiva, ya que nos ofrece la virtud de adaptarnos rápidamente al entorno y a los desafíos cambiantes.
Estas estrategias son muy utilizadas debido a sus ventajas de adaptación y fomento de la inteligencia colectiva para responder a las necesidades del proyecto o de la problemática que se quiere abordar, en el contexto de la mejora continua.
¿Cuál es el objetivo de las metodologías ágiles y que beneficios nos entregan?: A través de ellas, se involucran en el proceso de desarrollo de ideas innovadoras a todos los actores relevantes en la solución de problemáticas tales como gestión hídrica, eficiencia energética, polución, etc. Con Scrum es posible compartir experiencias y su evolución. También sirve para generar ideas y planes de acción, con resultados de calidad.
En términos de gestión, otro de los efectos positivos es que aportan al medio ambiente y también optimizan las operaciones, a través de tecnologías con diversos tipos de aplicaciones y sistemas digitales, ya sea para el manejo de información, control de gestión, diseño de minas, entre otros. Así se reducen costos, se aumenta la seguridad laboral y agilizamos la extracción del mineral y producción. El futuro de la industria minera depende de la automatización digital, dando cabida a una industria más consciente, limpia y comprometida.
Los problemas de hoy no se resuelven con las soluciones de ayer. Porque seguiremos siendo un país minero, la innovación transformará el rol del sector, para sentirnos orgullosos de nuestra minería, y contribuir a un mundo más sustentable para las futuras generaciones.
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